sábado, 10 de diciembre de 2005

Un Belén en la Huerta

Lo que comenzó siendo un acto dedicado a los niños se ha convertido en cita ineludible en la época navideña de la Ribera. Se trata del Belén Viviente que, cada mes de diciembre y por espacio de algo más de dos horas, hace que la localidad de Cortes retroceda dos mil años en la historia.
Pastores, Reyes Magos, soldados, lavanderas, pescadores, San José, la Virgen María, ovejas, posada... No falta de nada en esta representación que, desde hace seis años, rememora el nacimiento de Jesús en el popular parque cortesano de La Huerta. Más de doscientos vecinos se encargan de que todo salga a la perfección. “No realizamos ensayos, ya que cada vez participan más personas. Además, aunque cada año cambiamos la ubicación de las distintas partes del Belén para no caer en la rutina, en sí las cosas son las mismas”, comenta Fernando Sierra, uno de los vecinos que se encarga de preparar el Nacimiento. Este año, el Belén se representará el domingo 18 de diciembre a partir de las 15.45 horas. Será entonces cuando los vecinos con dificultades de movilidad puedan admirar este nacimiento de carne y hueso. “Los pasillos del parque son tan estrechos y venía tanta gente a ver el Belén, que los que estaban impedidos no podían acceder”, explica Sierra. Para el resto, las puertas permanecerán abiertas de las cuatro a las seis y media de la tarde.
Varios meses de trabajo
Preparar un Belén de estas características no es fácil. De ello se encargan un grupo de vecinos, los mismos que hace seis años decidieron “hacer algo por el pueblo”. Esta edición llevan trabajando dos meses debido a que hasta el mes de octubre no contaron con un local definitivo. “Además, hemos tenido que recuperar partes del Belén que quedaron muy deterioradas tras la riada”, señala Sierra. Sin embargo, habrá novedades, como el un nuevo puesto de manzanas confitadas y la adoración de los Reyes Magos, que se incorporó el año pasado, y esta edición tendrá su propia ubicación. Además, los Reyes obsequiarán a los pequeños que se acerquen a ellos con regalos. Para la realización del Belén cuentan con la ayuda de varias empresas locales que, además de ayuda económica, les proporcionan los alimentos y bebidas que se venden en los distintos puestos que conforman el Belén, así como en la posada, que este año va a ser ampliada para dar cabida a mayor gente. “La venta de estos productos y la colecta que realizamos mientras dura la representación es la única forma de financiación que tenemos”, comenta Sierra. Por su parte, el Ayuntamiento les cede el parque y el local en el que guardan las partes del montaje. La puesta en escena de este año estará dedicada a Enrique Jiménez, un gran colaborador que falleció el pasado mes de febrero en un accidente laboral.

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